La música, escuchar música, hacer música, sssentir la música. Consseptoss y sensasssioness que conquissstan al mundo entero. ¿Que sssería el mundo sin la música? Es impossible imaginarsse tal essscenario, ya que, queramosslo o no, la música es una de las cossass indisspenssabless en nuessstra vida.
Luego de esa introducción chanísima que contraté por internet, algo acerca de la música (nada técnico o de revista Rolling Stone).
A los 16 agarré una guitarra. Estuve toda una semana intentando tocar las notas básicas (do-re-mi-fa-sol-la-si) sin equivocarme. Descubrí qué significaban las tablaturas, y lograba sacar no más de 5 segundos de seis canciones. Es que eran las partes buenas, las reconocidas. No me daba el trabajo de aprendermelas completas, era una cuestión imposible. Quizá para algunos meses más, o sujetandome a los gustos musicales de esa edad (bastante alejados a los de ahora), cuando me comprara una guitarra eléctrica. Con la de palo bastaba para mantenerme entretenido algunas semanas. Desde ahí, lo único que hago es tocar las canciones que sólo a mi me parecen interesantes, dato que remarco, ya que vez que toco la canción que me sé perfectamente en presencia de amigos, a todos les aburre. Por eso, soy un guitarrista solitario.
Cuando me dí cuenta de lo último, ya muy pocas veces agarro la guitarra para tocar algo nuevo. Nah, no me da para hacerme el lindo en una fogata o intentar crear una banda. Siempre quise hacerlo, pero soy bien realista al darme cuenta de lo que puedo lograr hacer. En este caso, ni siquiera lograba formarla (que significa que no habría existido ni un ensayo o imaginar el nombre). Por eso, admiro a los que pueden alcanzar un nivel tan alto, que deciden entrar a la carrera de música, para tener que retirarse en 2do o 3er año por presión de los viejos y advertir que el futuro se presenta bastante incierto si no se sale luego del conservatorio.
Sea como sea, el punto es que los músicos son cuáticos. Sí, quiero distinguirlos con el término juvenil de extraordinario: cuáticos. Me parece absolutamente heroico el pasar horas y horas dentro de un conservatorio, intentado comprender los pentagramas más imposibles que puedan existir y encontrar una técnica que no todos pueden encontrar. También son bastantes bohemios, pero nada fuera de lo normal. No es para señalarlo como algo que los distinga de los demás. La droga y el alcohol ya casi todas las carreras las tienen incorporadas en su malla.
Lástima que viven en un mundo en que la cultura vale menos que un DVD con todos los goles de Alexis Sanchez y que los que están arriba no son ellos, sino los que ni siquiera son capaces de agarrar algún instrumento decentemente.
jueves, junio 17, 2010
Posted by Publicadas por
Luis Burgos
a la/s
12:09 a. m.
Categories:
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
1 comentarios:
que buena cuando empezaste a tocar guitarra y yo cantaba... jajajjaa. cero futuro en eso, que bueno que decidiste estudiar derecho,jajajjaja... vacan saber tocar guitarra en todo caso. besos
Publicar un comentario